Últimamente tenemos a nuestro alrededor muchas pedidas de mano y no hemos encontrado mejor tema que los anillos de compromiso para volver a nuestro adorado blog que teníamos un poco olvidado porque este año, aunque parezca mentira, no paramos. ¡Pero prometemos no volver a dejarlo!
No se conoce con exactitud el inicio de esta tradición, pero se dice que ya en la Prehistoria los hombres ponían pulseras de hojas en muñecas y pies a sus mujeres para poder controlar sus espíritus.
Los antiguos egipcios sí que usaban anillos hechos de hueso, marfil o cuero porque creían que, con ellos, el amor quedaba atado y no podía escapar.
En Roma, los novios entregaban una argolla de hierro que significaba fuerza y permanencia a los padres de la novia para pedirles la mano de su hija. Por aquella época, los matrimonios eran un contrato económico entre familias y el anillo era la manera de sellar este compromiso.
Es a partir del siglo XVIII, cuando la idea del matrimonio por amor verdadero comienza a evolucionar, es cuando el anillo de compromiso adquiere un significado más sentimental como símbolo de compromiso y amor eterno entre los novios.
Inicialmente, los anillos de compromiso eran bandas de metal liso, pero en 1447, el Archiduque Maximiliano de Austria le regaló a su prometida, María de Borgoña, un anillo con diamantes, considerándose el primer anillo de compromiso como los que hoy en día tenemos.
Actualmente, el solitario es la opción más popular, aunque cada vez vemos más otras opciones que le están quitando el protagonismo al clásico solitario. Hoy en día se busca algo diferente y con toques distintos, sortijas art deco, anillos de otra época o incluso piezas creadas a partir de piedras de anillos, pendientes o broches familiares.
Los diamantes siempre están presentes en los anillos de compromiso y es porque es una piedra indestructible y que simboliza fortaleza, pureza del amor y compromiso de la pareja. Habitualmente, ya sea el diamante u otra piedra, ésta suele ser circular porque el circulo no tiene ni principio ni fin y representa la eternidad, renovación, totalidad y perfección.
Normalmente el anillo de compromiso se lleva en el dedo anular de la mano izquierda porque desde este dedo, sale la vena que va directamente al corazón.
Aquí os dejamos una selección de nuestros favoritos:
Y a vosotras, ¿cómo os gusta el anillo de pedida?